Me di cuenta de que sin palabras los humanos nos convertimos en bestias y perdemos la cordura.

...no mide las palabras y de vez en cuando se va de la lengua y deja caer palabras envenenadas que corren por las venas, como un cáncer maligno, hasta llegar al corazón y matarlo.

Tener hambre y no poder comer es morir un poco cada minuto, cada segundo.

Palabras que anulan, que hieren, que nos han marcado a ella y a mí y nos han ido envenenando.

la vida no se podía enseñar y cada uno tenía que aprender a vivirla.

Me di cuenta de que sin palabras los humanos nos convertimos en bestias y perdemos la cordura

Sin palabras los seres humanos nos convertimos en bestias y perdemos el juicio

Lo malo era que en el mundo real no tenía opción a más vidas. Tienes una y va que chuta. Si la perdía, se acababa el juego.